Tajamar, el fin del centro

Ante el inusitado interés del Fonatur por comercializar la zona de Tajamar Cancún y los rumores de que un grupo de empresarios planea devaluar el centro de Cancún, resurge el eterno debate sobre las insuficientes acciones para el “rescate” de la zona fundacional.

tajamarLa reciente promoción de Juan Carlos González Hernández, primo del ex gobernador Félix González Canto, como delegado en Cancún del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), aunado al inesperado evento de presentación del proyecto Tajamar Cancún ante autoridades de primer nivel, ponen nuevamente en la mira a este polémico desarrollo y lo que podría significar en detrimento del decadente centro de Cancún.

Y es que luego de varios años de abandono, el titular de la dependencia a nivel federal, Héctor Gómez Barraza, ha manifestado sus planes de que el Fondo se convierta nuevamente en una banca para financiar proyectos, lo que pretende concretar el próximo año, pero mientras, uno de sus primeros objetivos se encuentra frente a la laguna Nichupté, en este destino turístico.

Durante su última visita a Cancún, a finales de octubre, Edgar Ordóñez Durán, director de Fonatur Mantenimiento Turístico, reveló que en diez años se han invertido 518 millones de pesos en la construcción de lo que hoy es Tajamar Cancún, además de asegurar que en las próximas semanas los cancunenses comenzarán a ver construcciones en la zona, toda vez que ya se ha vendido cerca del 70 por ciento de los predios.

Una presentación en video, difundida por Fonatur a principios de septiembre, deja entrever parte de los planes que la dependencia federal tiene para este espacio que cuenta con mil 53 metros de frente de laguna y 784 mil 90 metros cuadrados en total, de los cuales, 386 mil 902 metros cuadrados son vendibles. Es decir, cerca del 49 por ciento del terreno pretende ser comercializado.

En el ámbito local, algunos empresarios del centro de la ciudad ven como una amenaza este nuevo centro comercial, ya que además de las 5 mil 96 unidades de alojamiento y las 2 mil 607 viviendas residenciales que se tienen proyectadas en la zona, se plantean decenas de edificios comerciales de hasta 14 niveles, cuya altura va decreciendo conforme se acerca al sistema lagunar Nichupté, hasta llegar a los cuatro pisos de elevación.

Foto: @VivoEnCancún

Al respecto, la senadora perredista Luz María Beristaín Navarrete, quien también cuenta con un local en la zona centro de Cancún, señala que para desarrollar otros puntos de la ciudad, primero habría que considerar el abandono en el que se tiene al primer cuadro. En parte porque el gobierno no incentiva a los visitantes a que salgan de su hotel “todo incluido”, y en parte porque la iniciativa privada no se ha podido organizar para frenar este tipo de políticas, asegura.

Señala que si bien no está en contra de este desarrollo, la clase política del estado y Fonatur sólo se han dedicado a vender y depredar espacios que bien podrían servir a la ciudadanía. Ejemplifica con el caso del CREA y del detrimento que han sufrido playas públicas como Langosta y Tortugas.

“Hay tantas problemáticas sociales por la falta de espacios. Ojalá Juan Carlos González quiera tener una visión más amplia y romper las cadenas que lo atan con la clase política de Quintana Roo, aunque lo más seguro es que siga con la esencia decadente de vender sin importar el desarrollo social”, augura la senadora.

Y es que entre los diversos sectores de la sociedad circula la versión de que el plan secreto de las autoridades y los empresarios es que el centro de la ciudad se devalúe completamente, a fin de que un puñado de personajes se aprovechen de la especulación para comprar predios baratos, buscar las autorizaciones necesarias y sacar mayor provecho en un futuro cercano.

“Hay gente a la que no le interesa que se recupere el centro, quieren que se vuelva un tema de especulación. Parece que la idea es tirar el centro para que se venda más barato y luego buscar las autorizaciones de mayor densidad para sacarle más jugo a los terrenos”, afirma el décimo segundo regidor y ex candidato a la presidencia municipal, Antonio Cervera León.

Para el también empresario de la zona centro, uno de los principales artífices de esta estrategia es el titular del Instituto Municipal de Planeación de Desarrollo Urbano (IMPLAN), Eduardo Ortiz Jasso, a quien los empresarios han recurrido constantemente con proyectos para revitalizar el centro de Cancún y, asegura, han sido completamente ignorados.

Una de las principales propuestas que impulsaron era la adecuación de un andador turístico en la avenida Yaxchilán, que se lograría cerrando la circulación en una de las laterales, para lo cual consiguieron un estudio de vialidad que incluía la habilitación del área cercana al gimnasio Cecilio Chi como un estacionamiento de apoyo a la zona.

Otra de las iniciativas era convertir la banqueta de la avenida Tulum en un andador cultural mediante la colocación de esculturas. Para este propósito ya tenían un convenio con los promotores de “Delfín es arte” para colocar las estatuas de delfines decorados a lo largo de todo el camellón.

“Eran ideas sencillas. El presidente municipal estuvo de acuerdo pero nos mandó al IMPLAN, donde nunca nos hicieron caso con el pretexto de que iban a hacer cosas mejores”, denuncia el regidor.

Cuestionado sobre las posibles afectaciones que pudiese generar un nuevo distrito comercial para los empresarios del centro, Cervera León se muestra confiado en que son dos espacios enfocados a diferentes sectores y con vocación propia.

“Pueden coexistir perfectamente, pero ahorita lo que urge es rescatar el centro. En todas las ciudades se conserva el centro histórico y puede haber también un centro comercial moderno, yo creo que si se ve de una forma integral, ambos espacios tienen su espacio y su razón de ser”, concluye el empresario.

Problema antaño. Fue durante la administración del ex alcalde Carlos Javier Cardín Pérez (1993-1995), cuando se planteó por primera vez la necesidad de “rescatar” el centro de Cancún, toda vez que a 20 años de distancia de su fundación, las banquetas habían sido invadidas por ambulantes y se requería de la atención estética de las autoridades.

Los siguientes ediles plantearon el problema una y otra vez, pero los avances se redujeron a la recuperación de parques y rehabilitación de algunos puntos de la avenida Tulum, además de las polémicas remodelaciones al Parque de las Palapas, la última durante la gestión de Francisco Alor Quezada (2005-2008), cuando el lugar se convirtió en la enorme plancha de cemento que es hoy en día.

En fechas más recientes, la decadencia del centro de la ciudad fue documentada, a mediados de 2012, por el IMPLAN. Un estudio reveló que, de mil 528 locales comerciales en la zona, alrededor del 49 por ciento se encontraba sin operar, debido principalmente a la sobreoferta, a su limitada gama de productos y la falta de inversión en la imagen urbana (Luces del Siglo 454).

Al respecto, la nueva administración ha anunciado la próxima presentación de un proyecto integral que incluye las obras de cableado subterráneo y ampliación de banquetas en la avenida Tulum, así como la reducción a cuatro carriles para permitir un camellón peatonal al centro de esta vialidad.

Parte de este proyecto ya había sido presentado anteriormente por el IMPLAN, aunque el director municipal de Turismo, Francisco López Reyes, aseguró que se hicieron modificaciones al mismo, como la exclusión de la ciclopista que se tenía contemplada. La idea es concluir todo para el Tianguis Turístico de Quintana Roo, que se llevará a cabo en mayo de 2014.

Adelantó que una primera etapa comprende obras en el tramo que va de la avenida Coba, en la glorieta Norte-Sur, popularmente conocida como «El Ceviche», hasta la avenida Uxmal a la altura del Monumento a la Historia de México, con una inversión de 60 millones de pesos entre los tres niveles de gobierno.

Para Tiziana Roma Barrera, presidenta de la asociación Identidad Histórica y Cultural de Cancún, si bien es importante proponer este tipo de proyectos, también debe tomarse en cuenta a la sociedad civil que ya lleva años trabajando en el tema, a fin de dar continuidad a los análisis que se han hecho con anterioridad y conseguir mejores resultados.

Adelanta que un conglomerado de agrupaciones, entre las que se encuentra la que preside, están afinando los últimos detalles de un documento titulado “Planeación Estratégica para la Reactivación del Centro”, en donde se analizan cinco problemáticas: identidad, turismo, economía, servicios públicos y seguridad.

A grandes rasgos, el diagnóstico arroja que son estos cinco ejes los que se deben de atacar para una rehabilitación integral del corazón de la ciudad. En el aspecto de la identidad, por ejemplo, señala que los cancunenses todavía no vislumbran el centro como un lugar relacionado con la fundación de Cancún, por lo que se requiere, más que un rescate cosmético, poner especial atención a los íconos históricos, monumentos y arquitectura.

“Toda acción que se haga debe llevar un sustento. La recomendación para las autoridades es que se acerquen a la ciudadanía, y nosotros, como sociedad civil, buscaremos acercarnos también para que haya una planeación en conjunto”, indica Roma Barrera.

Lamenta que a un mes de nuevo gobierno, ya hayan tenido un revés por esta falta de coordinación. Se trata de las paredes del Instituto de la Cultura y las Artes, donde habían gestionado los permisos para que el movimiento “Acción Poética” –que consiste en pintar paredes con fragmentos de poesía–, utilizara estos espacios para la libre expresión. La nueva administración borró los mensajes pintando los muros de blanco.

“Durante la administración pasada hubo una cercanía con el Instituto para aportar a este movimiento. Hicimos que se pintara con un cierto color de una gama que manejamos y llegaron y los pintaron totalmente de blanco, ignorando de un plomazo lo que ya se había hecho”, denuncia.

Insiste en que siempre ha sido importante una ciudadanía participativa que salga a las calles y se involucre, a fin de estar vigilantes de que los espacios sigan siendo públicos, que se tomen en cuenta todas las voces y sobretodo, se conserve la vocación del centro de la ciudad, toda vez que es lo que puede generar la identidad que tanto hace falta en el pueblo cancunense.

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Texto originalmente publicado en Luces del Siglo

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